Ensayo: En las horas de mí muerte
La
muerte es el último paso del ser humano de una transformación del cuerpo en una
de espíritu. Es el aliento de aquello que no debemos de temer. Es la paz mental
y el silencio ante lo que enfrentamos todos los días durante la vida terrenal.
Sin embargo, la mayoría de las personas le temen a la muerte. Quizás es el
temor por dejar aquello que causaba bienestar, dejar todo aquello que se ha
logrado alcanzar, dejar otras inconclusas a las cuales aspiramos como
individuos, un tal vez o nada. Podemos llorar por aquello que no se pudo hacer
a tiempo porque no fue suficiente el mismo, que nos alejaron o quitaron algo
por lo cual se luchó tanto y se alcanzó, pero no se va a disfrutar. La realidad
nos hace temer y nos ata a la vida terrenal.
Son seres inconclusos que aspiran a
ser y a vivir de todo aquello que es un triunfo o fracaso. Otras veces, eres el
ser humano vivo que desea ver a sus hijos en ese camino de la vida y estar
cerca para dirigirlos, ayudarlos y que no les pase nada malo. Creo que podemos
hacer mucho estando vivos, pero se nos pasa el tiempo mucho en preocupaciones
como las deudas, trabajo, el día a día de posibles angustias y lamentos. Otros
olvidan vivir para ser parte de otros.
El morir es para muchos el final. Ya
no puede dar marcha atrás en la vida terrenal, arrepentirse de lo que hizo y no
hizo, pero se pide un poco más de tiempo. Morir es tener la paz en cuanto a
nuestros actos, por eso hay que saber soñar para vivir. La muerte puede
sorprender y cuando sucede esto, hay todavía cosas que hacer. No hay que
esperar que la parca llegue a buscarnos. Cuando se enfrenta a la muerte no
tendrá tiempo para reivindicarse ante otros. Es por eso que hay que aprender a
vivir y morir. No se puede esperar a enfrentar la muerte, ya sea esta una violenta,
inesperada o sufrida, para reflexionar sobre cómo vivir. La vida y la muerte
están estrechamente relacionadas. Es mejor aprender a vivir para luego aprender
a morir por que cada día que pasa, es uno que nos acerca a la muerte.
Por tanto, debemos ser íntegros,
honrados, responsables, honestos. Si nuestra muerte carece de sentido, así fue
la vida terrenal que se tuvo. Como decía Octavio Paz: “…como hayamos vivido
será nuestra muerte. Hay que morir como se vive.”
@2019Derechos de Autor: Eldra G. Hernández Calcerrada, DBA
Comments
Post a Comment